International Private Banking Convention front Guggenheim: “Unique Vision front Countless Visions”

Tras vivir un intenso encuentro, titulado “Diferents perspectives, a unique visión”, donde, cerca de 200 buenas personas, algunas magníficas nos atiborramos (que me perdonen mis jefes por la expresión) de conferencias, ponentes, conceptos, estrategias, introducciones, visiones, productos (también gastronómicos), servicios, prioridades, objetivos, patrimonio, intercambios (no sexuales precisamente), talento, conclusiones, preservación, selección, austeridad, grupos, eficiencia, consolidación, cumplimiento, marca, impulso…a su finalización necesitaba “otra cosa”, además de la nieve que nos despedía.

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Olimpus E3 1/125s f/10 137mm ISO100 » Fuego en el Guggen, luz en la tierra»

Y es que tras una borrachera conceptual de tal calibre, uno que es humano y carnal, ansiaba llegar a casa (por cierto tras un viaje en coche muy divertido y plagado de anécdotas) para compartir en soledad mis vicios de pareja con un buen libro, el “pincel” de unas fotos, una copa intensa de Ron y volver a respirar el aliento de la mirada y la pasión de la mejor de las mujeres. Todo, desde luego, sin aditivos.

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Nikon D90 1/80s f/18 80mm ISO100 » Dibujando sobre el titanio»

Y entonces la realidad te grita, me dice, me susurra que en mi día a día personal, físico, intimo, emocional o sexual, lo ideal, lo real e intenso son las “Diferents perspectives, countless visions”  y más que incontables visiones, inmensidad de visiones, hasta la borrachera de matices.

Y sirva como muestra estas fotos , sin retocar, sin el “preservativo del Photoshop”, que hice un Verano pasado, con mi hija Teresa y guiados por un magnifico fotógrafo, cliente y amigo (existen aunque mucha gente no lo crea, este tipo de relaciones).

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Nikon D90 1/320s f/13 110mm ISO 100 «Danza de colores»

En ellas cada matiz del “Guggen” o de la “Ría” ( no hay mas “Ría” que la de Bilbao que ahora mismo, con lo que llueve y truena debe estar medio desbordada) o de sus ventanas,  es una paleta de fantasía y de colores.

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Nikon D90 1/100s f/16 175mm ISO100 » Puente erguido, danza de peces»

Y así podemos “desmontar”, con todo el respeto al mejor poeta del Siglo XX, ese 14º Poema de Pablo Neruda, publicado en el reciente libro donde figuran sus últimos 20 poemas inéditos:

  • Yo monté una gota de lluvia
  • yo monté una gota de agua
  • pero era tan pequeño entonces
  • que me resbalé de la tierra
  • y se me perdió la montura
  • Entre herraduras, raíces
  • está ocupado el hombre ahora
  • y no mira el bosque profundo
  • ya no investiga en el follaje
  • ni le caen hojas del cielo
  • El hombre está ocupado ahora
  • ocupado en cavar su tumba.
  • (Pablo Neruda)

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Olimpus E3 1/125s f/5,6 110mm ISO 100 » Sobrevivimos al invierno, cantamos»

Porque yo quiero seguir montando gotas de lluvia

y vivir y soñar juntos, o solo, si no me soportas

para perderme siempre,

en la pasión del instante.

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Olimpus E3 1/125s f/4,5 50mm ISO100 «Pisar agua es camino equivocado»

Welcome to the garbage mountain!

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‘Welcome to the garbage mountain!’  es lo que hombres, mujeres y chiquillos, enterrados entre montañas de basura, gritaban a Joseba Zabalza al verle entrar al basurero de Payatas, Guatemala, Manila, Antananarivo, Wewak, Buenos Aires… grandes urbes donde lo exótico de sus costumbres, paisajes, habitantes y sabores atrae a millones de turistas cada año. Turistas que probablemente se alojarán en hoteles con cuatro o cinco estrellas relucientes en sus fachadas, que pasarán horas en sus playas y consumirán la noche entre rumbas y salsas, turistas que pisarán la cara ‘limpia’ de estas ciudades, turistas que tomarán el sol sobre una media verdad.

En 1992, Joseba Zabalza se propuso fotografiar los mayores vertederos de Sudamérica y desenterrar del olvido a los miles de hombres y mujeres que viven enterrados en los desechos del mundo. Desde el 22 de diciembre de 2010 hasta el 13 de febrero de 2011 en la Sala de Armas de la Ciudadela se puede observar del resultado de la expedición y sobrecogerse entre imágenes que hablan por sí solas.

Viernes 4 de febrero, 18:30. En la galería hay unas seis personas más. Dos parejas de ancianos y dos mujeres cuya edad ronda los cincuenta años. Además hay un chico sentando frente a un ordenador que se encarga de contabilizar las visitas y de repartir hojas de información del fotógrafo. Según sus datos, hasta ahora la cifra se sitúa en 2889. Dice que no está nada mal, que es una de las exposiciones que más visitas ha recibido hasta ahora.

En blanco y negro y en tamaño 60×90 basura, chatarra, sonrisas sin dientes, pies descalzos y cicatrices abiertas se agolpan para mostrar al público la cara oculta de estos países.

La primera imagen nos transporta al basurero de Payatas (Manilla) donde la figura de un hombre bajo un paraguas, asciende un montón de basura. Andamos un poco más en la galería y nos encontramos frente a dos hombres, rodeados de chatarra, sujetando a otro por los brazos, mientras un tercero le propina una patada en el estómago. Unos pasos más allá se muestra, mediante un plano en picado, a una mujer llevando un colchón y varios cojines por las calles de Buenos Aires. Otras imágenes muestran grupos de niños jugando sobre un coches oxidados, adolescentes durmiendo sobre más montones de basura, mujeres descalzas recolectando objetos que pueden ser vendidos en un mercadillo de segunda mano y decenas de muros pintarrajeados que abrazan, aprietan sujetan y encierran su mundo.